Patio del Museo de Tortosa

Este edificio es, sin duda, el complejo arquitectónico más representativo del modernismo en Tortosa. La obra, proyectada por Pau Monguió en 1905 y construida entre 1906 y 1908, dio respuesta a la voluntad de la ciudad de dotarla de los equipamientos que le faltaban, pero también de seguir normativas higiénicas. La necesidad de ganar terrenos al río para construirlo conllevó la realización de un sistema de cimentación sobre pilotajes y pilares ligados con arcos.

Monguió optó por un conjunto de pabellones con cerchas de madera y hierro en las cubiertas y estructurados simétricamente dentro de un recinto cerrado por una tapia que está coronada de elementos cerámicos vitrificados. El recinto, de planta rectangular, combina los espacios cerrados y abiertos, y adjudicaba un lugar concreto para cada una de las funciones que debían desarrollar en el edificio.

La fachada es simétrica respecto a su eje y está enmarcada por dos torres con arquería y cresta continua. En el exterior, la utilización combinada de fábrica de ladrillo visto y cerámica evoca el estilo arquitectónico mudéjar. Todas las cubiertas son de teja árabe, adornadas con crestas y remates de cerámica vitrificada. También existen varios elementos de decoración con esta cerámica en las paredes y ventanas.

El edificio funcionó como matadero hasta finales de 1997 y, al año siguiente, empezaron las obras para rehabilitarlo, adecuarlo interiormente y darle un uso cultural y museístico. En el año 2012 se inauguró en el antiguo Matadero el nuevo Museo de Tortosa, que anteriormente había estado ubicado en la iglesia de Sant Domènec.

Situación: Rambla Felip Pedrell, 3

Autor:

Año: 1907

Estilo arquitectónico: Modernista

Uso actual: Museo

Superficie del patio cubierta: 181,20 m2

Superficie del patio descubierta: 223,40 m2